Los últimos meses han resultado verdaderamente difíciles para todos. El hecho de vivir una situación sin precedente histórico, con una elevada incertidumbre sobre nuestra salud y la salud de nuestros seres queridos, ha pasado factura a nuestra salud mental. Las tasas de ansiedad y decaimiento anímico que reporta la población son preocupantes y hasta la propia OMS ha advertido de un más que probable aumento de las enfermedades mentales.
El confinamiento y la salud mental en la tercera edad
El grupo que más duramente ha sido golpeado por esta pandemia es sin lugar a dudas en de los ancianos. La cantidad de víctimas que esta enfermedad ha causado en ese grupo de edad, así como el miedo y el aislamiento al que les ha sometido, ha sobrecogido al total de la ciudadanía, que empieza a plantearse la necesidad de mejorar la atención y el cuidado de nuestros mayores.
Durante los meses que ha durado el confinamiento, uno de los problemas más destacados es el deterioro del rendimiento intelectual que pueden haber sufrido las personas mayores. Incluso aquellas personas que están más tiempo en casa suelen incluir salidas a la calle en sus rutinas o, en caso de personas que tienen una movilidad muy reducida, es habitual que reciban visitas en casa.
¿Cómo afecta el confinamiento a la salud mental?
Este cambio de hábitos, no poder salir a la calle, no poder ver a nuestros familiares y amigos, no poder realizar actividades que normalmente realizamos, puede dar lugar a un decaimiento de las habilidades cognitivas. Esto es especialmente alarmante en las personas mayores que ya mostraban algún despiste o que no cuidaban su mente, ya que el propio envejecimiento conlleva cambios en nuestras capacidades y si a eso le sumamos una situación como la vivida, el resultado puede ser preocupante. En otros casos se puede observar el aumento del nerviosismo, el decaimiento anímico, una profunda tristeza o un miedo elevado en las personas mayores, lo que puede provocar la aparición de trastornos anímicos. Han sido momentos difíciles para todos, incluso siguiendo nuestras recomendaciones para superar la cuarentena.
La demencia en la vejez: problemas derivados del confinamiento
Muchas familias refieren que sus mayores se han visto afectados física y mentalmente por esta situación. Lo habitual es que poco a poco, con la vuelta la normalidad, se vaya observando mejoría en los mayores. Sin embargo, en algunos casos, esta disminución del rendimiento puede ser el inicio de algo más serio, como una demencia.
En otras ocasiones, esta disminución de las capacidades puede deberse al propio estado anímico alterado (nerviosismo, angustia, decaimiento, preocupación elevada, etc.) que interfiere con un normal funcionamiento de la mente. Todos, a cualquier edad, deberíamos cuidar nuestra salud emocional y nuestras capacidades mentales para que rindan de la mejor forma posible. Y esta afirmación es especialmente cierta en personas de mediana edad o mayores, ya que es una forma de tratar de compensar el decaimiento cognitivo que se observa por el mero hecho de envejecer.
Consejos para cuidar y prevenir el deterioro cognitivo
Realizar programas de estimulación cognitiva, lo que cotidianamente se conoce como clases de memoria, es una buena forma de mantener nuestra mente en forma. Además, abordar de una forma temprana alteraciones anímicas ayuda no sólo a que la persona se encuentre mejor y tenga una mayor calidad de vida, también implica prevenir la aparición de trastornos más severos, como depresión o ansiedad clínicas.
Por último, cabe señalar que nos espera un futuro incierto, en el que no sabemos cuánto tiempo tendremos que esperar para la aparición de una vacuna o tratamiento eficaz o si vamos a tener que volver a situaciones de confinamiento. Prever esto y trazar actividades que podamos llevar a cabo si nos vemos obligados a permanecer nuevamente en nuestras casas ayuda a que las personas mayores tengan actividades estimulantes que realizar, lo que supondrá un cuidado tanto de su mente como de sus emociones.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo gerontólogo?
La figura del psicólogo gerontólogo puede ayudar en estos aspectos. Su labor es:
- Ayudar a las personas mayores con su salud emocional.
- Mejorar su rendimiento intelectual.
- Trabajar para prevenir en personas sanas la aparición de problemas cognitivos.
- Ayudar a personas con patologías de tipo anímico (depresión, ansiedad, nerviosismo…).
- Ayudar a personas con patologías cognitivas (deterioro cognitivo de diverso grado, incluyendo la demencia).
Recuerda que en la Clínica Médica Dinan contamos con un equipo especialista en psicología gerontológica. Si tienes a algún familiar que se encuentre en esta situación de riesgo ponte en contacto con nosotros. Tu salud y la de los tuyos es nuestras mayor preocupación. Y recuerda también que contamos con grupos de cuidado a familiares de pacientes dependientes, que pueden ayudar a preservar la salud emocional de los que acompañan a nuestros mayores día a día.